Cada uno piensa que le pertenece. Por eso, empezamos a deshacernos de los "extranjeros"; por ejemplo, los rojos se deshacen de los blancos y los blancos de los negros. Y luego, los negros y los blancos y los amarillos se deshacen de los animales. Hemos olvidado que somos los co-propietarios, no los únicos dueños de este mundo. Es por eso que no debemos matar a los animales, no debemos comerlos y por supuesto, en especial no debemos matar a cualquier otro ser. Pero algunas veces, en el nombre de la política, el amor a la nación o la religión, matamos. Y justificamos nuestra matanza con muchas excusas gloriosas. Esto no es correcto, porque hoy matamos y en la próxima vida seremos nosotros los asesinados. Por ello, es que las guerras siempre continúan en nuestro mundo. Siempre nos preguntamos el por qué, pero no hay nada que preguntar. Cuando sembramos algo, cosechamos los frutos correspondientes. Incluso la Biblia dice eso: Así como sembráis, así recogeréis. Para los que no hemos sufrido los efectos de la guerra o de ningún otro conflicto, quiere decir que no hemos sembrado las semillas de la violencia. Si continuamos conservándonos de esa forma, incluso sin practicar algún tipo de meditación, incluso sin adorar a Dios de alguna forma oficial o "registrada", entonces renaceremos de nuevo como seres humanos salvos, seguros y saludables, porque no tenemos la semilla del daño, de la guerra o de la violencia. En realidad, siento que ya cada uno tiene su propia sabiduría interna. Así que quizás nos recordemos mutuamente, pero sin la necesidad de enseñar o hablar demasiado. Ya que estamos cerca de la Casa Vegetariana, (La Maestra se refiere a la Casa Vegetariana de la Asociación Internacional de la Maestra Suprema Ching Hai en San José) también podemos recordar la norma vegetariana. ¿Por qué es la mejor norma? Porque si podemos recordarnos mutuamente el no matar animales, entonces por supuesto ¿cómo podríamos matar seres humanos? La guerra sería eliminada de raíz. Ese es el principio. ¡Y pienso que tenemos esperanza! Porque últimamente incluso en Norteamérica, está de moda ser vegetariano. Conozco a la hija del dueño de uno de los hoteles más grandes de Taipei. Él tiene cáncer. Toda la familia lo sabe, y él lo sabe. Toda la familia también sabe que él no debe comer carne. El doctor le dijo que no debía consumir carne. Es gracioso: cómo es que ahora que tiene cáncer, ¿no puede comer carne? ¡No debió haberla consumido desde el principio! De cualquier forma, quizás lo que he enseñado es correcto. Así que ahora sabe que no debe comer carne y el doctor le prescribió una dieta "con menos carne", pero él no puede soportar estar sin carne. Y todavía sufre y continúa consumiendo bistec de carne y todo cuanto le gusta. Así que para la gente no les resulta fácil ser vegetariana simplemente porque se preocupan por la salud. No lo creo. Debe haber algo internamente, la semilla más profunda del alma del espíritu que le recuerde a esa persona, que le hable desde adentro: "Esto es mejor para ti. Esto es más armonioso. Es más pacífico para el mundo, y contribuye a la paz de este mundo siguiendo este régimen vegetariano". Así que la persona escucha a esa voz silenciosa. No es por salud. Tengo muchos amigos que no son vegetarianos, y nunca los he, alguna vez forzado, presionado o dado alguna indicación de que deben seguirme o comer la dieta vegetariana. ¿No es verdad?, ¡nunca! Mi amor por la gente siempre es incondicional, porque siento que sólo el amor incondicional es el más noble. Sin importar porqué razón o propósito, sólo el amor incondicional es aceptable para mi corazón (el público aplaude). Así que no es mi intención hablar mal sobre la gente no vegetariana. ¿No es eso verdad? Sólo establezco los hechos. También tengo muchos buenos amigos que no son vegetarianos. Nunca lo he intentado, ¡ni he pensado alguna vez en cambiar su estilo de vida! Algunos de mis amigos me preguntan "¿Por qué?" Les contesto: "Bueno, es su vida. Es su alma. Es su forma de vivir. Eres responsable por cualquier cosa que desees ser. Yo no soy la responsable". Así que hagan lo que quieran. Cualquier cosa que venga de su corazón, está bien. No necesito influirlos, porque ustedes solos son Dios. Tienen a Dios dentro de ustedes, así como yo. No hay necesidad de decirles qué hacer, excepto cuando me preguntan qué es lo mejor para ustedes. Entonces les diré. Pero si no me preguntan, no les diré nada. Es muy simple. Cualquier cosa que hagamos es nuestra propia responsabilidad. No hay necesidad de culpar a nadie, o buscar a alguien por la respuesta, en realidad no. Incluso el preguntar a un gurú o maestro podría ser una obstrucción para nuestro progreso. Si te acercas a un Maestro y escuchas lo que dice, es porque ya lo tienes. Ya lo sabes. Probablemente necesitas una confirmación, para que ser más fuerte en tus decisiones. Porque cuando dos personas están de acuerdo, las cosas tienden a darse con mayor rapidez y afirmación, eso es todo. De otra manera, si no estás listo para ello, si deseas jugar y tontear en este mundo por más tiempo, aún si tratara de influirte, eso no sería bueno. No podría hacerlo nunca, ni siquiera Dios lo puede hacer. Es por eso que Buda y Jesús nunca lo intentaron demasiado. Todos los alababan y les decían: "¡Guao, en verdad se esforzaron en cambiar al mundo y de limpiar la atmósfera del mundo!" Pero nunca lo intentaron. Lo hicieron porque sucedió así y porque la gente se acercó a ellos y se lo pidieron. Surgió la oportunidad y la situación fue favorable. Así que sólo hablaron, o le dijeron a la gente lo que ellos preguntaban o lo que deseaban escuchar o lo que ya sabían y sólo querían el apoyo para confirmarlo, eso es todo. Ellos nunca lo intentaron. Buda nunca intentó cambiar el mundo. Jesús nunca trató de cambiar la consciencia de la gente. Las personas deseaban cambiar por sí mismas, y cuando la gente desea cambiar, cambia. Es como lo que ocurre ahora con los norteamericanos, ellos cambian. Ellos desean ser vegetarianos, meditan y aprenden muchas cosas. Es porque así lo desean y porque ahora ya están listos. Ellos han construido su país. Ellos han construido la base de la institución de una Norteamérica libre. Ahora son libres. Sus manos están libres, y sus mentes están relajadas. Ellos pueden seguir el motivo original de sus vidas, de su viaje a Norteamérica. Ellos vinieron aquí debido a lo espiritual, así que finalmente lo lograrán, eso es todo. ¡Por tanto, sólo disfrutamos de la vida! Sean un buen chico y una buena chica y traten de ser vegetarianos si pueden. Lleven una buena vida, y disfruten de cualquier cosa que Dios nos dé. Somos dueños de la casa. ¡Somos dueños del mundo! Pensamos en ello, creamos este mundo, pero con el poder del pensamiento. (La Maestra señala el ojo de la sabiduría). Por ello, lo disfrutamos. Pero traten de compartir y de no dañar nuestros bienes comunes. Cualquiera que tenga dudas sobre el poder del pensamiento debería recordar a la gente con poderes mágicos. Una persona en Norteamérica incluso hizo desaparecer a la Estatua de la Libertad por cinco minutos. ¡Ese es el poder del pensamiento! Es posible desintegrar o disolver la sustancia material de la materia hasta su fuente original antes de serlo. Es como nosotros, antes de que llegáramos a existir, ¿dónde estuvimos? Estábamos en la Fuente original. Estábamos en la Casa de la sustancia. Estamos en la fábrica de la elaboración del futuro. Así es como la gente puede aprender el arte de la invisibilidad, el arte de volar o el arte de materializar y desmaterializar cosas. Así que es muy sencillo. Pero estas cosas continúan en el nivel del pensamiento y del intelecto. Hay niveles más altos, más allá del pensamiento, más allá de la existencia de la mente, antes de que el proceso del pensamiento y el poder del pensamiento existieran. Ese es el nivel más alto: el nivel de Dios, el nivel del Todopoderoso, la Casa original de todos los seres, incluyendo a nuestra alma y todas las almas de todos los seres. Ese es el nivel que podemos alcanzar con el método de la Luz y el Sonido que hemos aprendido de los Maestros antiguos. Este es el nivel más alto. Incluso podemos, al usar este Poder original, elevarnos por encima de toda la existencia material, toda causa y efecto. Así es como llegamos a ser libres, así es como trascendemos el karma. Y eso es lo único que vale la pena perseguir.
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