La Maestra cuenta historias

La iluminación y la ignorancia
una historia sobre dos hermanos

 

Expuesto por la Maestra Suprema Ching Hai, Taipei, Formosa,
1 de diciembre de 1986 (Originalmente en chino)

Hubo una vez un hombre rico que tenía dos hijos que eran tanto ricos como inteligentes. Habían nacido en la misma familia rica y crecieron en el mismo ambiente de opulencia. Un día el hermano menor sintió la necesidad de experimentar una vida diferente, entonces le dijo a su padre que se aventuraría en el mundo exterior para buscar nuevas experiencias de vida.

En el mundo externo, él se encontró con muchos problemas y pasó por muchas dificultades, pero también había aprendido muchas verdades. Por lo tanto, se volvió más inteligente, más sabio y más capaz. Aprendió como manejar muchas situaciones diferentes y descubrió sus propios potenciales. Antes, no era consciente de que tenía estas habilidades porque vivía en una familia adinerada y era atendido para todo por esclavos, trabajadores y sirvientes. Podía obtener cualquier cosa que quisiera sin tener que levantar un dedo. Por lo tanto, no sabía la clase de habilidades que tenía. Sólo después de aventurarse al mundo externo para experimentar la vida, descubrió que poseía muchas habilidades y talentos increíbles. Él se volvió cada vez más feliz y se dio cuenta más y más de que tenía un poder tan grande.

Sin embargo, antes de darse cuenta de esta verdad, se topó con muchas dificultades. Finalmente, la situación más grave cayó sobre él: cayó severamente enfermo, sin un centavo, no tenía a nadie que cuidara de él, no tenía hogar, ni nada y lo trataron muy mal. En ese momento, realmente extrañó su casa. Pensó: "No puedo continuar así, debo ir a casa. Puedo vivir cómodamente en mi casa, entonces ¿Por qué debo salir y vivir como un mendigo? En ese momento, anhelaba volver a casa y ponerse en contacto con su familia. Cuando por fin llegó a su casa, su padre estaba extremadamente feliz y le dio una cálida bienvenida. De inmediato, le dio a su hijo la mejor ropa, la mejor comida y los mejores regalos. Y hubo un gran banquete para darle la bienvenida en casa.

En ese momento, el hermano mayor le preguntó a su padre: "¿Qué hay de mí? ¡Nunca has dado un banquete en mi honor o me has dado algo especial! ¿Por qué? ¡Te he sido fiel por todo este tiempo y nunca te he dejado! "Te he asistido todos los días y estuve cerca de ti, aunque tú nunca me diste nada". Su padre entonces le dijo: "Todas las cosas que tengo les pertenecen a ustedes hermanos".

Ahora, las circunstancias de los dos hermanos eran igual que antes. El hermano menor no perdió nada, era tan rico como al principio. No obstante, había obtenido algo que su hermano menor no tenía. ¿Tienen alguna idea de qué era? Había obtenido más experiencias de la vida, más inteligencia, más sabiduría, más capacidades y más realización personal. Así, él se pudo entender a sí mismo mejor que antes. ¿Es correcto?

Por otro lado, el hermano mayor era como un hijo mimado. Disfrutaba de una vida cómoda, pero era todo lo que tenía, nada realmente útil. Tenía la misma riqueza que su hermano, sin la sabiduría. Ahora, su hermano menor entendía muchas cosas, tenía una mejor comprensión y entendimiento de sí mismo y se volvió más independiente. Y el hermano mayor no tenía nada de eso.

Es verdad que un Buda es originalmente un Buda, pero sólo podemos realizar esto después de experimentar el estado de un ser sensible. De lo contrario, no sabemos que somos Buda. Sin pasar a través del estado de un ser sensible, aunque todavía seamos un Buda, no seremos útiles. Por eso, tenemos que venir a este mundo iluso para estudiar, para aprender cómo ser un ser humano, cómo superar las situaciones dolorosas y difíciles y eventualmente entender lo que es la "felicidad". Tenemos que aprender acerca de las situaciones "efímeras" para darnos cuenta de lo que es la "eternidad". Tenemos que aprender acerca de la "ignorancia" de este mundo, antes de que entendamos lo que es la "sabiduría".

Antes de que hayan finalizado su aprendizaje, a pesar de aún ser un Buda, son "Budas ignorantes". Lentamente, se convertirán en un "Buda iluminado", un verdadero Buda, exactamente, el mismo que somos originalmente. En primer lugar, ya teníamos todo, no tenemos que esperar hasta que nos iluminemos para tenerlo. Es sólo que no estamos conscientes de lo que tenemos.

No hay diferencia entre antes de la iluminación y después de la iluminación. Todavía, tenemos el mismo poder después de la iluminación como antes, excepto que antes no sabíamos que teníamos semejante poder. ¿Entienden ahora? Por eso es que el Buda Sakyamuni dijo: "la molestia es sabiduría" y los "seres sensibles son Budas". No estaba mintiendo. Hoy les estoy explicando lo que él quiso decir: ¿por qué los Budas son seres sensibles, y por qué los Budas tienen que venir a este mundo para convertirse en seres sensibles y soportar un gran sufrimiento?

La verdad es que los sufrimientos no son sufrimientos reales, estamos simplemente aprendiendo, así como aprendemos en la escuela. Ya sea que vayamos a la escuela primaria, secundaria o a la universidad, todas ellas son un reto. No obstante, después de que hemos aprendido varias materias, nos volvemos más inteligentes. Después de crecer, nos ganamos nuestro propio lugar y seremos independientes. Por lo tanto, debemos aprender, de lo contrario no seremos conscientes de las habilidades que tenemos.

Si todos los seres sensibles tienen la Naturaleza Búdica y originalmente son Budas, entonces ¿por qué la gente dice que las mujeres no pueden alcanzar la Budeidad? ¡Eso no tiene sentido! El obtener la Budeidad es obtener la Budeidad, no hay diferencia. Por eso es que muchas veces les he dicho que tanto los caminos heréticos como los caminos ortodoxos son caminos espirituales y que los seres buenos y malos son Budas. No existe el bien o el mal. Pero esto es hablando desde el punto de vista del más alto nivel. Antes de que alcancemos este nivel, debemos aprender y todavía necesitamos hacer buenas acciones. No podemos decir: “Como lo bueno y lo malo es lo mismo, no hay necesidad de aprender. Como ya soy un Buda, no necesito practicar”. ¡No debemos aceptar tales ideas!

Es verdad que originalmente somos Budas, pero aún necesitamos practicar espiritualmente porque todavía no nos hemos dado cuenta de verdad que somos Budas. Cuando les digo todo esto, ustedes creen, porque ustedes creen en mí. Sin embargo, no lo saben verdaderamente por ustedes mismos, deben practicar la espiritualidad. De otra forma, tendrán mucho sufrimiento. Antes de conocernos a nosotros mismos, nos sentimos muy heridos cuando la gente nos reprocha, aunque sea de forma ligera. Odiamos a cualquiera que nos odie, porque todavía no nos hemos dado cuenta de que todos los seres sensibles son Budas. Todavía no hemos alcanzado el nivel en dónde tratamos a todos los seres por igual y sin discriminación. Por eso es que debemos buscar la práctica espiritual hasta que nuestros corazones se tranquilicen y veamos a todos los seres sensibles como a nosotros mismos. Para ese momento, podemos decir que en verdad nos hemos realizado.