Creando una comunidad mundial compasiva y vegetariana

Malasia

Respondiendo al compasivo ideal de la Maestra de promover el vegetarianismo, nuestros Centros de todo el mundo están participando activamente en la distribución de los volantes Vida Alternativa. El centro de Kuala Lumpur en Malasia también imprimió muchos volantes en marzo del Año Dorado 3 (2006) y ha estado trabajando para compartir este mensaje a través de diferentes vías.

Primero, colocamos el mensaje Vida Alternativa en el periódico chino más popular de Malasia y fuimos a repartir los volantes a sitios concurridos como centros comerciales, tiendas, restaurantes vegetarianos, mercados, paradas de buses, estaciones de Metro, parques y estacionamientos. Asimismo se colocaron grandes carteles en restaurantes vegetarianos, tiendas de libros, farmacias y tiendas de medicinas chinas y también dejamos volantes dentro de los mismos. La mayoría de los restaurantes vegetarianos apoyaron y acogieron el ideal de Vida Alternativa de la Maestra, especialmente la información sobre los vegetarianos laureados con el Premio Nobel y los científicos famosos. Una señora vegetariana, dueña de una librería, alabó las acciones amorosas y nobles de la Maestra y se ofreció voluntariamente a insertar los volantes Vida Alternativa en los libros y revistas de la tienda. También repartió volantes entre sus familiares y amigos y alentó a la gente a unirse a compartir este mensaje. Un veterinario vegetariano que está a cargo de una clínica para mascotas estaba muy impresionado por los volantes compasivos tan exquisitamente diseñados por la Maestra y nos dio su apoyo.

Después de la meditación de todos los domingos, los iniciados de Kuala Lumpur se dividieron en grupos y se dirigieron a lugares llenos de gente para distribuir los volantes. Un día, cuando estábamos repartiendo a la entrada de un centro comercial, un trabajador voluntario también estaba allí recolectando fondos para personas discapacitadas. Luego de recibir y leer un volante, inesperadamente, dejó a un lado su propio trabajo y se unió a nosotros seriamente para distribuir los volantes. Finalmente, tomó una gran cantidad de volantes y fue hasta otro centro comercial que se encontraba cruzando la calle, en donde continuó repartiendo. Al ver su entusiasmo por unirse a nuestra noble actividad, nos sentimos agradecidos por el increíble arreglo de Dios. Algunos compañeros iniciados, además de entregarles volantes a sus familiares, amigos y compañeros de trabajo, también los pusieron en exhibición en sus lugares de trabajo y notaron que sus colegas habían estado comiendo más comidas vegetarianas.

Una Feria del Libro Internacional de dos días se llevó a cabo en el Centro Putra de Comercio Mundial en Kuala Lumpur del 15 al 16 de abril. Los iniciados inmediatamente aprovecharon esta oportunidad para distribuir casi 10.000 volantes en un tiempo muy breve.

Del 22 al 24 de abril, cinco compañeros iniciados fueron a distribuir volantes a las regiones de la Costa Oriental de tres estados: Terengganu, Kelantan y Pahang, zonas donde no había ningún centro y los habitantes locales eran en su mayoría malayos. Aunque Kelantan está administrada bajo la ley musulmana, personas de diferentes grupos étnicos viven juntas en armonía. Los habitantes estaban felices de recibir los volantes y leían su contenido de inmediato. ¡El índice de aceptación fue más elevado de lo esperado! Algunos compatriotas malayos incluso hicieron preguntas adicionales acerca del concepto de una dieta saludable y apropiada, y cuando el propietario de un dispensario de medicinas chinas se enteró de que habíamos recorrido todo el camino desde Kuala Lumpur para repartir los volantes, nos pidió que le dejáramos algunos en su negocio para repartirlos entre sus clientes.

Al día siguiente, cuando los iniciados llegaron a Terengannu, casi no había gente visible. Por lo tanto, dejaron 4000 volantes en los coches estacionados en las calles y en los estacionamientos. Como los musulmanes son muy sensibles con los cerdos, los compañeros iniciados les explicaron pacientemente que el cerdo figura en el volante para recordarle a la gente que no coma más puerco. Después de escuchar nuestra explicación, todos aceptaron los volantes de buen grado.

Finalmente, en el estado de Pahang, Dios arregló que cinco iniciados locales se unieran al grupo de Kuala Lumpur en Kuantan, la capital del estado. Cuando estaban distribuyendo los volantes en distintas zonas de Kuantan, la gente de la localidad resultó muy curiosa y nos preguntaba por el contenido del volante. Era un día muy caluroso y los iniciados tenían la cara enrojecida y sudaban profusamente bajo los rayos del sol. Sin embargo, no nos intimidamos, sino que trabajamos aún más arduamente y en el curso de una mañana terminamos de repartir los 8.000 volantes.

Del 9 al 13 de junio, los compañeros iniciados fueron al estado de Sarawak para entregar volantes en Miri, Bintulu, Sibu, Sarikei y Bintangor. Muchas personas respondieron positivamente y algunos mostraron interés en las enseñanzas de la Maestra. Un caballero se ofreció voluntariamente a llevarnos en coche a los lugares más concurridos y nos dejó su número telefónico para que pudiéramos contactarlo si necesitábamos su ayuda.

El 10 de junio estaba lloviendo, entonces un hermano iniciado conversó con el dueño de una tienda de libros acerca de la posibilidad de pagarle para colocar los volantes entre los periódicos que estaba vendiendo. Este señor, un malayo musulmán, luego de leer los contenidos del volante, accedió prontamente y dijo que los seres humanos debían ser vegetarianos en primer lugar. La respuesta del dueño de este negocio cambió la impresión anterior que tenía nuestro hermano de que era difícil para los musulmanes aceptar el concepto vegetariano. Otro joven malayo era dueño de un restaurante de carne ya que la gente del lugar no tenía idea del vegetarianismo. Él a menudo tenía la esperanza de encontrar los medios para cambiar los hábitos dietéticos de ellos. Luego de leer el volante, dijo con emoción que este mensaje era muy oportuno y que su deseo se había cumplido.

El 11 de junio, cuando fuimos a repartir volantes a una zona comercial en Sibu, nuevamente nos sorprendió una lluvia torrencial. No obstante, con el consentimiento del gerente de un centro de compras, entramos a la tienda para distribuir los volantes. Cuando el encargado de la difusión de la tienda recibió un volante y leyó su contenido, apoyó grandemente el compasivo ideal vegetariano de la Maestra. Incluso hizo un anuncio con entusiasmo: “Un grupo de jóvenes está distribuyendo volantes promocionando el saludable ideal vegetariano, para que nuestros queridos clientes puedan comprender el significado de no matar y llevar un estilo de vida saludable y compasivo, lleno de alegría y amor. Si desean saber más, por favor tomen el volante y léanlo detenidamente”. Nos sentimos muy conmovidos por su discurso y también agradecidos con la Maestra por enviar este ángel a ayudarnos. Como resultado, distribuimos los volantes con energía y la gente a su vez fue muy sincera y agradecida al aceptarlos. Más tarde, le dimos al encargado de difusión un libro de muestra de la Maestra, algunas publicaciones y bebidas para expresar nuestra gratitud.

En Sarikei y Bintangor, notamos que un alto porcentaje de los habitantes locales aceptaban los volantes y la mayoría eran muy cordiales y educados al decirnos que aceptaban el ideal vegetariano. En una casa de té, encontramos a cuatro ancianos de la tribu Iban que estaban disfrutando su té y conversaban. Al recibir el volante, lo leyeron de inmediato y nos dijeron que consumían muy poca carne en su dieta. Cuando les aconsejamos que su estilo de vida sería más perfecto si pudieran dejar la carne por completo, dijeron que apreciaban mucho esta sugerencia. Luego, nos pidieron que les diéramos más volantes para poder transmitir el compasivo mensaje de la Maestra a la gente de su tribu.

Una hermana iniciada fue hasta una escuela primaria y le solicitó al vice-director permiso para distribuir los volantes en la escuela. Después de leer el volante, no sólo asintió sino que le aconsejó que se apurara para que todos los estudiantes de la escuela matutina recibieran uno, porque era casi la hora en que finalizaban las clases a la mañana. Llenos de gozo, inmediatamente comenzamos a distribuirlos, agradecidos por la bendición de la Maestra que nos ayudó a transmitir Su amor a estos estudiantes jóvenes y puros. Luego observamos que todos los alumnos guardaban los volantes con cuidado después de recibirlos.

Mientras estábamos distribuyendo los volantes, mucha gente expresó su gratitud y nos elogió. En realidad, somos nosotros quienes debemos estar agradecidos. Es gracias a ellos que tuvimos la oportunidad de hacer esta noble tarea y usar nuestra sabiduría, por medio de la que podemos medir el progreso que hemos hecho en nuestra práctica espiritual, después de seguir a la Maestra durante tanto tiempo. Cuando terminábamos de distribuir todos los volantes que teníamos en las manos, nuestros corazones desbordaban con tal alegría que casi no podíamos contener la jubilosa expresión de nuestros rostros. ¡No hay palabras que puedan describir nuestra dicha interna! Le agradecemos a la Maestra por permitirnos compartir con éxito el amor de Dios hacia todos los seres sensibles. Con la constante bendición de la Maestra, este mundo se volverá más brillante y más pacífico y todos los seres sensibles vivirán finalmente en armonía juntos.

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