Amor en Acción

Las Filipinas

 

 

 

 

Transmitiendo el amor de Dios a las
víctimas del Tifón

Reportes recopilados por el Grupo de Noticias de Taipei (Originalmente en chino)

El 28 de setiembre de 2006, el tifón Milenyo (denominación internacional: Xangsane) azotó la parte central y norteña de las Filipinas, causando numerosas víctimas y dejando a más de un millón de personas sin hogar. La tormenta arrancó los techos de muchas casas y las lluvias torrenciales provocaron derrumbes en numerosas zonas. Los árboles y postes de electricidad fueron derribados, lo que causó un apagón sobre una vasta región. Manila, la cuidad capital, casi se paralizó por completo.

Al oír las noticias del desastre, de inmediato los compañeros iniciados de Formosa, volaron a Manila temprano la mañana del 30 de septiembre, para llevar a cabo el trabajo de ayuda. Antes de nuestra partida, intentamos comunicarnos con unos amigos de Manila, a fin de tener una idea más clara de la situación, pero la comunicación fracasó debido a un apagón en las zonas afectadas. Por lo tanto, al llegar a Manila, comenzamos a informarnos sobre el desastre y visitamos las zonas afectadas. También visitamos a los compañeros practicantes locales, para averiguar lo que las víctimas del desastre necesitaban. Por las noticias del desastre, supimos que el número de víctimas estaba creciendo continuamente, debido principalmente a los serios derrumbes en Los Banos, en la Provincia de Laguna. Habiendo evaluado cautelosamente la situación, el equipo de ayuda decidió concentrarse, en las zonas más devastadas a las que otros equipos de rescate no habían llegado aún.

Sin suministro de agua ni electricidad, Manila se vio afectada por un calor insoportable por muchos días. Aguaceros torrenciales, ocurrían por las tardes y por las noches. Los frecuentes aguaceros y la transpiración, fueron la constante compañía del trabajo de rescate. El 2 de octubre, con la ayuda de los iniciados locales, nuestro equipo de ayuda cambió nuestra moneda a pesos filipinos y compró las provisiones. El suministro eléctrico no había sido restaurado, de modo que los cajeros de los bancos, realizaron las transacciones escribiendo a mano. Con dos experiencias previas, de haber llevado a cabo actividades de ayuda durante los desastres en las Filipinas en los últimos dos años, terminamos las compras con facilidad en poco tiempo. El único obstáculo, fueron los aguaceros intermitentes, los cuales causaron muchos inconvenientes, al recibir y verificar las provisiones durante su traslado y entrega. Sin embargo, el equipo de ayuda superó las dificultades. Por ejemplo, cuando llovía intensamente, mientras comprábamos leche en polvo para los niños, llevamos a cabo la negociación y el pago, dentro de un automóvil. Estamos agradecidos a la Maestra, por disponer que un iniciado local que hablaba chino, nos ayudara a realizar las compras con éxito.

Temprano por la mañana del 3 de octubre, el equipo de ayuda partió hacia Los Banos. Acompañados por los funcionarios de la ciudad, visitamos una región cercana afectada y una escuela primaria en Lalakay, que había sido convertida en un refugio temporal. Cuando distribuimos las provisiones allí, una anciana nos dijo que estaba postrada en cama, debido a problemas en los riñones. Los compañeros iniciados, inmediatamente le dieron algo de dinero en efectivo, lo que recibió con gran emoción y lágrimas, y luego los abrazó. Muchas víctimas compartían sus penas y nosotros hicimos nuestro mejor esfuerzo para consolarlas. Un caballero de mediana edad, recibió el librito de muestra y la foto de la Maestra con gran reverencia. Él esperaba, que después de que hayan reconstruido sus casas, nosotros los visitáramos nuevamente, para presentarles las enseñanzas de la Maestra. Mientras tanto, pegó la foto de la Maestra en su hogar temporal. Su sinceridad, procedente de lo más interno de su ser, realmente conmovió a los compañeros iniciados.

Con la ayuda de los funcionarios del gobierno, la distribución del material de ayuda continuó sin dificultad. Cuando las víctimas del desastre recibieron las provisiones, la tristeza dio paso a alegres sonrisas. Puros por naturaleza, permanecieron optimistas y positivos a pesar del desastre. Cuando vieron las láminas de plástico entre los materiales de ayuda, de inmediato las usaron para construir casas improvisadas, que los protegieran del viento y la lluvia. Era reconfortante ver las sonrisas de felicidad en sus rostros.

 

El Alcalde Caesar Pérez firma un recibo por los materiales de ayuda.

Después de eso, regresamos al municipio de Los Banos, donde el Alcalde Caesar Pérez, recibió las provisiones en nombre de las víctimas. Abrumado por la emoción, el Alcalde aseguró que los materiales, serían entregados a las víctimas tan pronto como fuera posible. Dijo que nuestra presencia era muy importante para ellos. ¡El funcionario que verificaba las provisiones, le dijo con asombro a sus colegas que la ropa donada a las víctimas, por la Asociación Internacional Maestra Suprema Ching Hai, no era usada, sino camisetas nuevas! Nuestra contribución incluyó mosquiteros, láminas de plástico, ropa, arroz y leche en polvo para los niños.

En retrospectiva, recordamos que cuando llegamos por primera vez a la zona afectada, los lugareños se veían desilusionados y el ambiente era frío. Sin embargo, cuando los compañeros iniciados comenzaron a repartir los libritos de muestra, las fotos de la Maestra, y el material de ayuda, afloraron sonrisas en sus rostros. Ellos contemplaban la foto de la Maestra y algunos empezaron a leer el librito. Algunas víctimas comenzaron a construir el techo de sus cobertizos con las láminas de plástico que les habíamos proporcionado. Sus rostros se llenaron de radiantes sonrisas, que inmediatamente disiparon el aire frío. Disfrutando de la bendición de la Maestra, las víctimas sintieron renovadas sus esperanzas y energías. Incluso los niños dijeron agradecidos: "¡Muchas gracias, Maestra Ching Hai!"

Estamos muy agradecidos por las bendiciones de la Maestra, que hicieron posible que compartiéramos el amor divino de Dios, con las víctimas de las regiones afectadas, y que les permitió a ellos experimentar el amor fraternal en esta dichosa y armoniosa comunidad global. Aparentemente, parece que fuimos a participar de un trabajo de ayuda. Sin embargo, en realidad era el poder del amor de la Maestra en acción. Para los compañeros iniciados fue una valiosa oportunidad para crecer, aprender a cuidar de los demás y desarrollar nuestro amor a partir de nuestro trabajo de ayuda.

El agradecimiento sincero a la Maestra
de parte de un colaborador primerizo

Por el hermano iniciado John A. Dano, Manila, Filipinas

Ante todo, quiero agradecer a la Maestra Ching Hai, por Su amor y compasión mostrados a las víctimas del tifón Milenyo (denominación internacional: Xangsane) en las Filipinas, especialmente a aquellas víctimas del poblado de Lalakay, en Los Banos, Laguna. De hecho, era la primera vez que me unía a un Operativo de Ayuda. Sentí tanta alegría y orgullo, no por mí, sino por nuestra Maestra, porque si Ella no hubiera otorgado Su ayuda, las víctimas se habrían encontrado en una situación lamentable.

Mientras distribuíamos las provisiones a aquellos que las necesitaban, yo les entregaba también los libritos de muestra y las fotos de la Maestra. Estaba en verdad, asombrado por las reacciones de las personas, porque parecía que se olvidaban de su terrible situación y en cambio, se concentraban en los libritos de muestra y las fotos de la Maestra. Ellos venían a pedirlos, y cuando veían a la Maestra, parecían realmente asombrados con Su belleza. Noté felicidad en sus rostros que parecía decir: "¡Esta mujer es muy bella!" Sentí que la belleza de la Maestra los aliviaba y consolaba, así como también los ayudaba a tener una sensación de seguridad interna que no podían explicar.

No sólo las víctimas agradecieron lo que la Maestra hizo, sino también los funcionarios del Municipio de Los Banos en Laguna. El Alcalde, el Vicealcalde y el Director de Desarrollo y Bienestar Social del Municipio, dijeron que sin la ayuda de la Maestra, no habrían sabido cómo ayudar a las víctimas. Además de la catástrofe del tifón Milenyo, la crisis se agudizó más por los fondos limitados, las donaciones pequeñas y porque el 80% de las islas Filipinas fue dañado terriblemente. Realmente agradecieron la contribución de la Asociación Internacional Maestra Suprema Ching Hai, ya que las víctimas recibieron los artículos que necesitaban, incluyendo comida y materiales para construir tiendas de campaña.

Por eso, personalmente le digo a la Maestra, gracias por Su amor y compasión por todos los seres sensibles.

Gastos en las actividades de ayuda durante los desastres, proporcionados por
la Maestra Suprema Ching Hai y Su Asociación
a las víctimas del tifón Milenyo en las Filipinas

Descripción de los artículos de ayuda

Descripción de los artículos de ayuda

Cantidad (en pesos filipinos)

Apéndice

Comida (arroz, leche en polvo, galletas)

279.406

A1A3

Camisetas

101.400

B1

Láminas de plástico, mosquiteros

96.950

B2B3

Transporte (pagos del alquiler de autos, combustible, peaje, pagos de parqueo, tarifas de automóvil)

15.959

C1C60

Artículos diversos (herramientas de reparación, baterías, pistola para soldar, etc.)

2.342

D1D4

Total

      496.057(US$ 9.970)