Reportes especiales

Un tiempo precioso: El Retiro Europeo
en Málaga, España

Por la hermana iniciada Thi Huyen Nga Huynh, Duisburg, Alemania

El 28 de septiembre del Año Dorado 3 (2006), nos enteramos que la Maestra nos había permitido asistir, a un retiro del 30 de setiembre al 3 de octubre en Málaga, España, y verla. ¡Todos estábamos eufóricos con una alegría indescriptible y nuestros corazones estaban llenos de entusiasmo! Los compañeros iniciados del Centro de Duisburg, rápidamente alquilaron un pequeño ómnibus con muchos asientos para viajar todos juntos. Desde Alemania hasta Málaga, que está ubicada en la región más sureña de España, tuvimos que viajar a través de Bélgica, Francia y casi toda España. El viaje nos tomó aproximadamente 28 horas. Pero, a pesar del largo recorrido, no nos sentíamos cansados. Sólo sentíamos felicidad en nuestro interior y disfrutamos completamente del emocionante viaje.

En la mañana del sábado 30 de setiembre, la Maestra llegó con un conjunto azul marino, caminando en medio de nuestros gritos de alegría. Nos preguntó alegremente cómo nos encontrábamos y envió a alguien, a traer chocolates de Su coche para que nos los repartieran, uno para cada uno. Como una amada madre que ha estado lejos por mucho tiempo y regresa a visitar a Sus hijos, nos consintió en todos los detalles. La Maestra, también tuvo que viajar sola a Málaga, en coche y como el chofer se perdió, también le tomó 36 horas llegar allí. Nos contó de Su viaje; no sólo habló sin quejarse para nada, sino que también dijo, que gracias a esa experiencia, había comprendido cuán largo había sido nuestro viaje, lo que la conmovía cada vez que pensaba en ello.

Y tal vez debido a la limpieza del karma de los seres sensibles o a la limpieza de nuestro karma, nos contó que antes de que viniéramos a verla, Su brazo derecho le había estado doliendo por meses, independientemente de cuánta medicina había tomado. Ella dijo que amaba muchísimo a Su brazo derecho, pero si él ya no estaba interesado en continuar trabajando a Su lado y por el contrario elegía dejarla, entonces no habría nada que Ella pudiera hacer al respecto. Al oír esto, tuvimos ganas de echarnos a llorar, y oramos en silencio internamente por Su brazo, para que sanara y se quedara con Ella.

La Maestra también nos contó muchas cosas sobre la humildad y de cómo Ella siempre es humilde en las situaciones de la vida. Ella no necesita mostrarnos Su humildad, porque vino aquí a enseñarnos. Pero Ella siempre es humilde cuando trata con las personas de afuera.

La Maestra nos bendijo abundantemente. Almorzó con nosotros y también nos repartió comida personalmente. Charló con nosotros y nos preguntó por cada uno de los que había conocido antes. No sólo tuvo tiempo para conversar en privado con los occidentales, los aulacenses y los chinos, sino que también permitió reuniones por separado con los iniciados de cada país. Dado que hay tantos países e idiomas distintos en Europa, tuvo que conversar con cada grupo sin parar, uno tras otro, desde la tarde hasta la noche sin descansar para nada. Después que hubimos meditado, descansado y cenado, Ella todavía no había terminado. Aun así, continuó reuniéndose con nosotros en grupos separados hasta tarde por la noche, respondiendo pacientemente cada pregunta sobre la práctica espiritual, asuntos familiares, la vida conyugal y cuestiones laborales.

Algunos iniciados aulacenses, que la habían conocido desde que estuvieron en el campo de refugiados de Hong Kong, no se habían encontrado con Ella hasta ahora. Todos ellos estaban muy emocionados. Quizá fue por eso que también volvió a contar la historia de Su visita al campo de refugiados de Hong Kong.

La Maestra nos aconsejó estudiar inglés y hacer que nuestros niños lo estudien a temprana edad, para que algún día tengamos un idioma en común. Especialmente si los niños estudian inglés a temprana edad, entenderán y usarán este idioma más elocuente y naturalmente, ya que el inglés es más común y fácil de aprender. Como hay tantos idiomas, nos es difícil entendernos mutuamente y compartir con los demás la belleza de nuestra tierra y nuestra cultura. El lenguaje es muy importante, ya que a través de él, estamos conectados comunicándonos mutuamente, para evitar malentendidos.

Ella dijo que, por supuesto, la conexión interna, la cual no requiere de lenguaje hablado, es la mejor. Sin embargo, Ella nos ha esperado por mucho tiempo; por ejemplo, porque hemos practicado por mucho tiempo y sin embargo, aún no somos capaces de conectarnos a menudo con Ella internamente.

Los días a Su lado pasaron rápidamente. En la mañana del 4 de octubre, la Maestra ingresó al salón de meditación, con una blusa celeste y un hermoso abrigo de color café claro, para despedirse de nosotros. Incapaces de sentarnos tranquilos en nuestra meditación, algunos corrimos tras Ella hasta la entrada, para decirle adiós con la mano. Al ver el coche que partía llevando a nuestra amada Madre, quien tenía que ocuparse de miles de cosas, sentimos en lo profundo de nuestros corazones, nuestro eterno amor por Ella.

Mientras escribía hasta aquí, también recordé que la Maestra, nos dijo que si la amábamos, deberíamos meditar más, porque cuánto más meditamos, más alto nos elevaremos y la comprenderemos más. Hay dos cosas importantes que nos ayudan en nuestra práctica espiritual, la primera es meditar más y la segunda trabajar para servir a los demás.

También recuerdo la noche en la que nuestros iniciados alemanes se reunieron con Ella, yo tuve la suerte de sentarme frente a Ella. Al estar ocupada viendo Sus ojos, mi mente se fue a la deriva a algún lugar sin yo darme cuenta. Cuando se me pidió traducir del aulacense al alemán, para que todos pudieran entender, lo hice de una manera embarazosamente tonta, que hizo que la Maestra se riera tanto que le brotaron lágrimas de la risa. Nosotros también lo hicimos, con una risa incontrolable. En ese momento, realmente nos estábamos divirtiendo con la alegría de un niño. Esa risa nos ayudó a acercarnos más unos a otros, porque antes había una separación entre nosotros, lo que se debía principalmente al problema del idioma. Le agradecí a la Maestra mil veces, por regalarnos los preciosos momentos de estar en Su presencia. Cuanto más cerca estamos de Ella, más fácil es ser inocentes. Con el corazón de un niño tendemos a ser más amorosos, más tolerantes y a estar más cerca unos de otros.

¡Te estamos agradecidos, nuestra amada Maestra! Y prometemos practicar más diligentemente, meditar más y hacer nuestro mejor esfuerzo para servir a todos tal como Tú enseñas.

Consejos de la Maestra para las tiendas de campaña


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