La Maestra cuenta historias

El día en que Adán empezó a trabajar
Expuesto por la Maestra Suprema Ching Hai
Retiro de Tres Días en Hsihu, Formosa, 22 de setiembre de 1991
(Originalmente en chino) MP3-CR12

Encontré por casualidad en un libro, una historia muy divertida sobre "A-dumb" (Adán) e "Idiota" (Eva). (*Nota: La pronunciación china de estos dos nombres suena como estas palabras en inglés que significan "Un tonto" e "Idiota".) ¿Los conocen? (El público se ríe y dice: "¡Sí! Adán y Eva".) Ellos vivían en el Jardín del Edén tranquilamente, como en el Cielo. Todos los días comían, tomaban sol, se cogían de las manos, conversaban cosas románticas y luego se iban a dormir. Ellos eran felices.

Un día, cuando Adán estaba recostado en la hamaca (El público se ríe), una serpiente subió y le susurró al oído: "Oye, Adán, ¿sabes cuál es la moda más reciente en cuanto a ropa?" Por supuesto Adán no lo sabía porque nunca antes había conocido lo que era la ropa; así que preguntó: "¿Ropa? ¿Qué es ropa?" La serpiente dijo: "¡Es lo que cubre tu cuerpo! Por ejemplo, la piel externa de mi cuerpo es mi ropa. Pero la ropa que estás usando nunca ha sido cambiada desde tu nacimiento. ¡Esa clase de ropa "tipo piel" ya no está de moda ahora! El color más popular es el naranja".

Adán dijo que no tenía ni idea de esta clase de cosas. Por eso la serpiente le dijo: "¡Oh! ¡Eres tan ignorante! ¿Qué haces todos los días?" Adán dijo que no era necesario que él hiciera algo todos los días. Simplemente buscaba comida para alimentarse cada vez que tenía hambre, se iba a dormir cada vez que estaba cansado y conversaba con Eva cada vez que estaba solo. Él era muy feliz así.

La serpiente dijo: "Hay muchas cosas que no sabes, pero yo deseo enseñártelas porque eres tan incivilizado e ignorante. Ni siquiera sabes cómo cambiarte de ropa". Pero Adán le preguntó por qué tenía que cambiarse de ropa. Tampoco su esposa se había cambiado la suya nunca. Eso ahorraba dinero y ambos eran felices. ¿Por qué tendrían que cambiarse? La serpiente le dijo: "Tenemos que relacionarnos con los demás, usando lo que ellos usan. Es más divertido tener competencia. Además, podemos meditar para comunicarnos con Dios".

Adán dijo: "Yo ya me comunico con Dios todos los días. Vivo en Su jardín, lo que significa que me comunico con Él a diario. ¿Por qué necesito meditar? La serpiente le dijo: "Si ya te has comunicado con Él, entonces deberías aprender a ser independiente y comunicarte menos con Él. Te enseñaré a meditar para que te separes de Él". (La Maestra se ríe.) Al principio la serpiente estaba hablando acerca de la comunicación; ahora cambió a la separación. Adán era un tonto, por eso se quedó allí parado, escuchando.

La serpiente dijo: "Si no quieres tener una vida aburrida, puedes encontrar algo que hacer, como ir a trabajar". Adán contestó: "¿Trabajar? ¿Qué significa eso? ¿Qué haces en un trabajo? ¿Qué clase de cosas debes hacer?"

La serpiente le dijo: "Bien, puedes ir a recoger frutas y recolectar muchas todos los días". Adán le preguntó: ¿Por qué necesito recoger frutas? Yo sólo recojo lo suficiente para comer. ¿Qué sentido tiene recoger tantas?"

La serpiente le dijo: "Si recolectas 450 manzanas, te enseñaré cómo llegar a ser un hombre civilizado". Adán dijo: "Nunca antes he recogido tantas. ¿Por qué debería hacerlo?" La serpiente le explicó que eso era su matricula. De otro modo, él no le enseñaría a Adán.

Adán dijo que preferiría no hacerlo. Pero la serpiente le dijo: "Debes hacerlo por tu esposa". Adán preguntó: "¿Por qué mi esposa necesita tantas manzanas?" La serpiente le dijo: "Porque acabo de enseñarle y ella se ha graduado. Ahora, me debe 450 manzanas".

Por eso, Adán empezó a trabajar muy afanosamente por su esposa. Al principio no necesitaba recoger tantas manzanas; pero ahora, como su esposa se había vuelto una persona civilizada, tenía que recoger manzanas todos los días, con el fin de recolectar 450. Después cuando "Idiota" (Eva) llegó a casa, se había convertido en una persona civilizada, y usaba el maquillaje y el peinado más popular. Su cabello solía ser largo y lacio, pero ahora se había vuelto como un peinado africano. (La Maestra y todos se ríen.) Su ropa también era muy hermosa y la que estaba más a la moda. Y cuánta más ropa ella quería, más fruta Adán tenía que recoger.

Poco a poco Adán se sintió avergonzado, porque veía que su muy civilizada esposa, se cambiaba de ropa a diario, mientras que él no usaba ninguna ropa. Entonces comenzó a tener sentimientos de culpa. ¿Ahora saben de dónde vienen los sentimientos de culpa? Surgieron en ese mismo momento. Después, comenzó a aprender la así llamada meditación de cómo estar separados de Dios. (La Maestra se ríe.) Todos los días, él estaba ocupado recogiendo frutas y luego comprando ropas. Con el fin de comprar más ropa, tenía que trabajar más. Pronto llegó a estar demasiado ocupado como para echarse en la hamaca, disfrutar el sol y llevar una vida tranquila como antes. Con el tiempo, llegó a estar más y más separado de Dios. Cuánto más meditaba, más se separaba de Dios. Desde ese entonces, ellos comenzaron a dar a luz a los humanos. Anteriormente, cuando no usaban ropa, no tenían ningún hijo. Ahora que estaban cubiertos con ropas, se volvieron más curiosos uno del otro. ¡Ese es el final de la historia! (La Maestra y el público se ríe; el público aplaude.)