Al anochecer del 10 de setiembre del Año Dorado 3 (2006), mi madre y yo fuimos al aeropuerto a recibir a un hermano iniciado. Luego de aparcar el auto, íbamos caminando hacia el elevador cuando vimos a un gato blanco y negro, maullando y hurgando a tientas en la hierba silvestre, cerca del estacionamiento. Conforme nos acercábamos, su gemido se hacía más fuerte. Mamá me pidió que trajera del coche un paquete de Alimento Loving Food para el Vivaz Perrito. Guardamos muchos paquetes pequeños de comida vegetariana para mascotas en el auto, con el fin de darlos a conocer en las tiendas para mascotas. Primero, el gato tenía miedo. Se escondía en el césped y no se atrevía a aventurarse a probar la comida en la mano de mi mamá. Ella esperó pacientemente y luego de un tiempo, el gatito se arrastró con cautela y olfateó la comida. Sin embargo, cedió al miedo y regresó al césped. Después de unos momentos, el gato de repente emergió y frotó su cabeza repetidamente en la hierba al frente de mamá, como si se postrara en gratitud, antes de volver al césped. Mamá dejó la comida en el suelo, para que el gato se la comiera cuando quisiera. Tan pronto nos alejamos, volvió a salir y engulló la comida. Obviamente la disfrutaba mucho, porque hasta levantaba con sus patas los pedazos diminutos caídos en el suelo. Por lo tanto, mamá me indicó que dejara el resto del paquete de la comida para mascotas, para este amigo felino. A partir de este incidente, me di cuenta de que siempre debía llevar unos cuantos paquetitos con el Alimento para el Vivaz Perrito conmigo, con el fin de compartir el amor de la Maestra, con nuestros amigos animales desamparados en cualquier momento, en cualquier parte. También preparamos conos de papel, que fueron cortados para servir mejor la comida y el agua para los amigos animales en necesidad, al mismo tiempo que se mantiene el ambiente limpio y ordenado. Epilogo:
La gentil y saludable Kitty
 Hace muchos años, adoptamos a una gatita de seis meses en la Sociedad de Protección Animal. Pensamos inicialmente, que los dientes y el sistema digestivo de los gatos, no era adecuado para una dieta vegetariana. Así que aceptamos el consejo del veterinario y la alimentamos con comida no vegetariana. Debido quizá a su dieta de carne, nuestra gatita tenía mal temperamento y arañaba a la gente cada vez que estaba enojada, a menudo rasguñando nuestras manos y piernas. Más tarde, le incluimos comida vegetariana sencilla, tal como pan y algas marinas remojadas en su dieta. Sorpresivamente, disfrutó la comida. Gradualmente, creció más saludable y fuerte y se hizo más dócil y gentil por naturaleza. Ni siquiera cazaba insectos pequeños y raramente nos arañaba. Nuestra gata, tiene ahora seis años. En todos estos años, no ha necesitado ver a un veterinario. Tiene su propio cuarto y en lugar de una caja de arena, hace sus necesidades al lado de nuestro inodoro, lo cual es fácil de limpiar. Desde que Loving Food produjo su Alimento para el Vivaz Perrito, nuestra gata ha disfrutado su nueva comida, la cual es más nutritiva que el pan y las algas marinas. Recientemente, nuestra gata se ha hecho más vigorosa, sus músculos son más fuertes y su pelo más brillante. Sus estornudos ocasionales debido a las alergias, también se han detenido. 
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Cuando visitamos las tiendas para mascotas, para discutir los beneficios del Alimento Loving Food para el Vivaz Perrito con sus dueños, nos dimos cuenta de que más del noventa por ciento de la comida para perros del mercado, eran productos de carne. Vimos las grandes pilas de comida para perros en las tiendas y una imagen de todos los pollos y ganado que se cría en todo el mundo para alimentar a las mascotas, vino a mi mente. Esta es una paradójica trágica realidad. Esperamos que llegue el día, en que la gente del mundo, se dé cuenta de la importancia de la dieta vegetariana y cambien a la nueva dieta, junto con sus mascotas. Cuando esto se haga realidad, no sólo las mascotas y sus dueños se harán más saludables, sino que innumerables animales escaparán al destino de la matanza.
