Una señora recibió una llamada en medio de la noche, a las dos de la madrugada, y como el teléfono seguía sonando, contestó. "Hola, soy María". Y la persona del otro lado dijo "Quiero hablar con Joe, por favor". María le dijo "Aquí no hay ningún Joe. Estoy sola. Yo soy María. ¡Debe ser un número equivocado!" Colgó el teléfono, ¡bang! Y regresó a dormir. Dos minutos después, el teléfono sonó de nuevo. "¡Hola!" contestó María. La otra persona dijo "Quiero hablar con Joe, por favor". "Aquí no hay ningún Joe. ¡Número equivocado!" ¡Bang! Y regresó a dormir. Un par de minutos después, el teléfono sonó nuevamente: "¿Está Joe en casa?" María dijo "¡Ya le dije! Si llama de nuevo, llamaré al 911. Es un número equivocado; ¡aquí no hay ningún Joe!" María colgó el teléfono y trató de regresar a dormir, pero no pudo. Le preocupaba que el teléfono pudiera sonar, así que se sentó junto al teléfono, esperando con otro teléfono en la mano, sólo para llamar al 911. Y el teléfono sonó de nuevo, cinco minutos después. Entonces María comenzó a regañar: "Le dije que es un número equivocado. Aquí no hay ningún Joe. Le dije: ¡Deje de llamar o llamaré a la policía!" Y la otra persona dijo "¡Oh! ¡Cálmese, cálmese! Aquí habla Joe." Y Joe dijo: "¿Alguien me llamó a ese número?" Para disfrutar de la banda sonora original de este chiste: ¡¡Ir!!
|