Madre de los Niños Perdidos de Sudán
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Por el Grupo de Noticias de Arizona, EE.UU. (Originalmente en inglés)
La Sra. Reita Hutson, una mujer pequeña con una brillante sonrisa y un cabello plateado reluciente, es la madre de 400 de los Niños Perdidos de Sudán, un grupo de más de 30.000 huérfanos de la Segunda Guerra Civil Sudanesa. Para ellos, la Sra. Hutson es una fuente de amor y la razón por la que tienen una oportunidad de llevar vidas adultas exitosas en los Estados Unidos a través de la educación. La historia de los Niños perdidos, quienes fueron obligados a huir de sus hogares después de que sus pueblos fueran destruidos, se ganó la atención mundial al final de los años 90. Por años, los jóvenes viajaron miles de millas juntos, descalzos y hambrientos, defendiéndose y protegiéndose mutuamente. Miles murieron durante el viaje, hasta que finalmente fueron movilizados a un campo de refugiados, donde todos los días por nueve años, sobrevivieron con un galón de agua y una comida insuficiente. Cuando Estados Unidos se dio cuenta de la espantosa situación de estos niños, el gobierno ayudó a reubicar a miles en este país, enviando 400 a Arizona. Luego de escuchar su historia por los medios de comunicación, la Sra. Reita Hutson se conmovió profundamente y juró ayudarlos. Entonces, por casualidad conoció a un caballero, en una tienda de comestibles de la vecindad, que fue uno de los niños perdidos. Este encuentro demostró ser el inicio de su noble misión: darle a todos los Niños en Arizona educación y asistencia dental. El nombre del caballero es ahora Gabriel - la inspiración detrás del nombre de la organización de la Sra. Hutson: "El Sueño de Gabriel: Una Organización de Beneficencia Para los Niños Perdidos de Sudán."
Después de enterarse de la incansable dedicación de la Sra. Hutson a los niños perdidos, la Maestra Suprema Ching Hai le otorgó el Premio a la Compasión Mundial Extraordinaria, junto con una contribución de US$ 10.000 para apoyar su noble trabajo. El 20 de octubre del Año Dorado 4 (2007), en Scottsdale, Arizona, Reita Hutson y Gabriel aceptaron el premio con inmensa gratitud. Gabriel acababa de recibir la ciudadanía estadounidense y estaba esperando terminar la universidad. Él sueña con convertirse en orador para inspirar la bondad en otros. Al conversar sobre su trabajo, la Sra. Hutson dice: "Creemos que los Niños Perdidos son un regalo para nuestras vidas y que al ayudarlos en realidad estamos elevando nuestras propias almas". Ella es un buen recordatorio para todos nosotros, de que cuando abrimos nuestros corazones para dar a nuestros semejantes, obtenemos a cambio recompensas incontables.
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