Mi pequeña compañera, Uno, es un cruce de chihuahua de 12 años de edad. Ella a sido una amiga constante a mi lado, compartiendo mi risa y lamiendo mis lágrimas en tiempos de dolor. Siempre he sabido profundamente que la Maestra cuida de Uno en la misma forma en que cuida de todos los demás miembros de mi familia.

Un día de octubre de 2001, las patas traseras de Uno colapsaron repentinamente. Todo su cuerpo estaba con tal dolor que con cualquier contacto físico me mordía. Luego de una evaluación extensa, el veterinario concluyó que no podía hacer una cirugía y que su parálisis era severa, porque ya no podía hacer uso de su vejiga. Me aconsejó ponerla a dormir para que de esta manera no sufriera tanto. Le oré y oré a la Maestra para que me ayudara a encontrar a un médico que pudiera ayudarle y tenía que ser pronto, porque Uno estaba con gran dolor.

Al día siguiente, iba conduciendo sin rumbo fijo, mientras le rezaba a la Maestra por Su guía. En una tienda de nutrición holística para mascotas, conocí a una señora que sabía de un veterinario que efectuaba acupuntura en perros y que trataba perros paralizados. Visitamos al Dr. Hindmarch en la Clínica Acuvet de inmediato. No sólo libró a Uno del dolor, sino que le construyó su primer par de ruedas que podían ser adheridas a su cuerpo. Cuando Uno fue colocada en el producto terminado, ¡se fue a dar una vuelta tan alegremente como si nunca le hubiera pasado nada a sus patas traseras! Sabiendo que yo era estudiante, el Dr. Hindmarch no me cobró por los materiales o la hechura de las ruedas. También me permitió pagar la cuenta a mi propio ritmo. Gracias Maestra por todos los arreglos maravillosos.

Dado que tengo que limpiar la vejiga de Uno regularmente, la llevo conmigo diariamente a la Universidad de Ciudad del Cabo. A lo largo de los años, toda la universidad llegó a conocer a "Uno sobre ruedas" y desde entonces, a cualquier lado que vaya, Uno ha sido una inspiración y causa de asombro, que provoca sonrisas en los rostros de la gente. Incluso salió en la portada del periódico de Ciudad del Cabo.

Pareciera que Uno siempre está un paso adelante respecto a mí en la práctica espiritual. Por ejemplo, me estimula a ser más diligente en la meditación. A mitad de la noche, se sienta en mi manta de meditación, haciendo el ruido suficiente para despertarme, luego me mira con sus grandes ojos marrones con expectación. Cuando eventualmente me siento a meditar y nos cubrimos con una manta, ella se acurruca, se echa y se queda absolutamente quieta hasta la mañana.

Ya han pasado 6 años desde que Uno quedó paralizada y ya tiene su tercer modelo de ruedas con un diseño mejorado. Ella es muy saludable, fuerte y todavía juega como un cachorro con sus juguetes. La amo con todo mi corazón y mi alma. Gracias Maestra por permitirme compartir mi vida con un alma tan maravillosa - "Uno sobre ruedas."

Nota: Luego de escuchar la historia de Uno, la Maestra compasivamente indicó que se le enviara 2.000 dólares americanos, para ayudar a cubrir el costo de las facturas del veterinario, medicinas y otros suministros.

<<	Contenido	>>
Compartir esta página con mis amigos.