¡Hola! Estimados amigos,

Una tarde en el 2007, mientras estaba esperando por un tren hacia Beijing en la estación de ferrocarril en el noreste de China, un hombre mayor me entregó un volante y yo quedé profundamente conmovida por su contenido. De lo que recuerdo, el cabello del hombre mayor estaba parcialmente gris y tenía cerca de unos 60 años. Cuando inicialmente me entregó el volante, pensé que era una propaganda de bienes raíces y la acepté por cortesía. Pero para mi sorpresa, contenía información acerca de la dieta vegetariana y me senté para leerlo completamente. Cuando volví a mirar arriba, el hombre mayor ya se había marchado así que no pude decirle mi reacción, pero debo admitir que el mensaje había conmovido una suave y cálida esquina en mi corazón.

Decía, "¡No acuerdo! ¡No matanza!" que es el lema de los activistas de los derechos de los animales en China. No puedo olvidar las lágrimas que las vacas derramaron antes que fueran matadas. ¡No puedo olvidar la horrible imagen de los pollos todavía corriendo alrededor a pesar que sus cabezas ya habían sido cortadas! ¡Estas son pruebas contundentes de su deseo de vivir! La Humanidad es meramente una de los varios seres vivientes en la Tierra; no tenemos derecho a tomar las vidas de otros. Especialmente ahora que estamos en una sociedad moderna, no necesitamos actuar como nuestros ancestros carnívoros quienes tenían que matar por supervivencia. Habiendo reconocido estas ideas, me he unido decisivamente a las líneas de los vegetarianos. Sin embargo, muchas personas no me comprenden, incluyendo mis colegas, amigos e inclusive mi familia. Algunos me han preguntado que si me he convertido en Budista; algunos han evitado comer conmigo desde entonces, o inclusive se han mantenido distanciados de mí. A pesar del hecho que he explicado mis razones de convertirme en vegetariana, no me ofrecen una respuesta positiva, o inclusive me ven como una tonta. Sin embargo, nunca me he arrepentido de mi decisión. Estoy segura que este el camino correcto, así que sólo lucho por continuar, con o sin compañeros.

Camino a mi trabajo esta mañana, me encontré con una chica que sonreía y distribuía volantes de "¡Sé Vegetariano! ¡Sé Ecológico!" Era la primera vez que veía tal acción en Beijing, o quizás no me había topado con ella antes. En aquel momento, tuve la urgencia de soltar mi maletín y unirme a ella en la distribución. Sin embargo, no podía hacerlo porque tenía que ir a trabajar, así que sólo tomé el volante silenciosamente. Luego de llegar a mi oficina, escribí esta carta y la envié a la dirección listada en el volante. Quizás mis palabras no serán notadas, pero en lo profundo dentro de mí, estoy alegre de tener a tantos camaradas con el mismo ideal en el mundo. ¡Ya no estoy sola nunca más!

Un vegetariano común y persistente