Amor en acción

Indonesia

Llevando el Amor de la Maestra
a las víctimas del desastre en Indonesia

 

Por el Grupo de Noticias de Indonesia (Originalmente en indonés)

Inundación en el Sur de Sulawesi

El 21 de junio, 2006, un fuerte aguacero de varios días produjo repentinas inundaciones en algunas partes en el sur de la provincia de Sulawesi, Indonesia. En el Distrito de Sinjai, cientos de casas colapsaron, muchos árboles se cayeron y se dañaron los campos de arroz. El desastre ocurrió a la 1:00 AM, cuando la mayoría de las personas estaba en sus sueños profundos. Se informó que más de 200 personas habían muerto, y que muchos sobrevivientes se quedaron sin hogar teniendo que permanecer en tiendas de refugiados.

Después de hacer los preparativos necesarios, el 24 de junio, un equipo de nuestros compañeros iniciados de Makasar y Jakarta viajó durante cuatro horas recorriendo 189 km (117 millas) para llegar a las zonas afectadas. Llevamos artículos de ayuda que incluían agua potable, frijoles, leche para niños, fideos instantáneos y cobijas, etc.

Cuando llegamos, encontramos un puesto que pertenecía a la Cruz Roja y nos encontramos con el Sr. Lukman, el coordinador general, el Sr. Lukman es un miembro del personal de la Cruz Roja a quien conocimos durante el trabajo de ayuda en el terremoto de Nabire, así que él ya tenía conocimiento del trabajo de la Asociación Internacional Maestra Suprema Ching Hai. Él nos dio una lista de las víctimas y los lugares que todavía no habían recibido ninguna ayuda. Los miembros de la Cruz Roja nos ayudaron a empacar los artículos de ayuda para 120 familias, y ellos nos guiaron a las áreas donde distribuimos directamente a las victimas los artículos, acompañados por los mensajes amorosos de los volantes de Vida Alternativa.

Tsunami en la Costa sur de Java

El 17 de julio, un temblor de 6.8 registrado en la escala Richter golpeó la costa sur de Java, desencadenando un tsunami que causó estragos en algunas regiones. El número de víctimas superó las 600 y muchas personas se quedaron sin hogar. Temiendo la posibilidad de otro terremoto y de otro tsunami, los sobrevivientes prefirieron quedarse en terrenos altos, donde levantaron sus tiendas y llevaron a toda su familia. Entre las regiones más severamente golpeadas se encontraban la Playa de Pangandaran en el oeste de Java, famosa por su belleza y abundantes complejos turísticos, y Cilacap Regency en Java central.

Después de escuchar las noticias del desastre, un equipo de ayuda de compañeros iniciados se formó para proporcionar ayuda y distribuir artículos de auxilio. Los compañeros iniciados del Centro de Jakarta y del Centro de Yogyakarta también se unieron a los esfuerzos de ayuda, llevando un carro lleno de botellas de agua mineral y galletas.

Primero fuimos a la oficina de la Cruz Roja en Purwokerto para obtener información y descubrimos que los sobrevivientes que estaban en refugios necesitaban alimento. Así que inmediatamente nos dirigimos a las tiendas más grandes de comestibles para comprar artículos tales como arroz, frijoles verdes, leche para bebés, galletas, fideos instantáneos, agua mineral embotellada, etc. y los empacamos para distribuirlos.

Al día siguiente del 19 de julio, después de la primera meditación de la mañana, viajamos a las áreas dañadas por el desastre en la regencia Cilacap para distribuir los productos de ayuda a las víctimas. Primero, fuimos a los refugios en la villa de Gunung Selok, en el subdistrito de Adipala, donde permanecían alrededor de 1.000 refugiados. Cuando entregamos los artículos de ayuda al coordinador general de los Refugiados del Departamento Social de la Regencia de Cilacap, explicamos que nuestro equipo pertenecía a la Asociación Internacional Maestra Suprema Ching Hai en Indonesia y que nuestra Maestra estaba muy preocupada por dicha situación. Ella envió Su amor por nuestro intermedio y los artículos de ayuda con el fin de proporcionarles un poco de consuelo material y espiritual. Ellos agradecieron la ayuda.

También distribuimos el compasivo mensaje de la Maestra en los volantes de Vida Alternativa a todos en el campo de refugiados. Muchas personas estudiaron el contenido de los volantes seriamente. Luego fuimos a la playa golpeada por el tsunami, donde conocimos a muchos oficiales de policía que estaban reunidos ahí, así que tomamos la oportunidad para también distribuirles a ellos los volantes de Vida Alternativa.

El 20 de julio, hicimos un viaje de cuatro horas desde Purwokerto a Pangandaran, el área más severamente golpeada por el tsunami de la costa sur de Java. Ahí, con el fin de poder distribuir nuestras provisiones de ayuda a las víctimas de manera apropiada, buscamos información en la oficina de la Cruz Roja local, donde nos explicaban que teníamos que dirigirnos en carro hacia el oeste por otras tres horas para llegar a los refugios donde la ayuda de auxilio aún no había llegado.

Mientras viajábamos por el sur de la costa de Java, vimos que el tsunami había causado daños a las viviendas de muchas personas, había refugios temporales por todos lados. Finalmente, llegamos al pueblo de Cimanuk, en el sub distrito de Cimerak, en la regencia de Tasikmalaya. Un campamento de refugiados ahí que había sido organizado por la Cruz Roja de Indonesia estaba necesitando arroz, aceite de cocina, comida para bebés, etc. Así que bajamos algunos de nuestras provisiones de ayuda y también distribuimos los volantes de Vida Alternativa a todas las personas en el refugio.

Después, fuimos al pueblo de Kalapagenep, en el subdistrito de Cimerak, y entregamos los productos de ayuda al líder para que los repartiera a todos sus habitantes. También entregamos el mensaje de Vida Alternativa a todos sus ayudantes y personal, a lo cual agradecieron y felizmente tomaron fotos de la gran bandera de nuestra amada Maestra.

En este punto, nuestro equipo finalmente se separó en dos, nuestros hermanos y hermanas de Purwokerto retornando hacia el este mientras que nosotros partíamos hacia el oeste hacia Jakarta. Con los arreglos perfectos de la Maestra, la distribución de ayuda se llevó a cabo sin problemas. Estamos agradecidos de poder ser instrumentos de Dios para transmitir Su amor a los necesitados y menos afortunados.