Quizás no lo sepas

La Verdad Detrás
de las Víctimas de Guerra

Expuesto por la Maestra Suprema Ching Hai, Formosa, 11 de agosto de 1991
(Originalmente en chino) Videocinta #187 Parte II

Los fantasmas existen y también el infierno. Sin embargo, todo es creado por la mente. Dependiendo de lo que hayamos hecho en esta vida o en la vida anterior, albergaremos la misma atmósfera o expectativa cuando muramos. Después de la muerte, estaremos congelados en esa dimensión a la cual estábamos habitualmente acostumbrados durante nuestra vida. Quizá hayáis encontrado ocasionalmente reportes en periódicos o en la televisión acerca de investigaciones de personas que tuvieron una muerte repentina, o aquellos que fueron muertos por soldados o perdieron repentinamente sus vidas durante la guerra. Aparentemente cayeron en estado de shock debido a que no estaban mentalmente preparados. El cordón de plata fue cortado abruptamente, del todo inesperadamente, así que ellos no pudieron aceptarlo. Pareciera que de repente se congelaran en cierta dimensión, como si estuvieran atrapados dentro de una caja, incapaces de escapar. Por tanto, creyeron que aún estaban peleando en la batalla, que aún estaban en el ejército. Continuaron dando gritos de guerra, todos los días y matando a quien se les cruzara en el camino. Verían ilusiones y considerarían a quienquiera que vieran como un enemigo. Simplemente continúan peleando. Tales personas que son muertas en batalla o mueren repentinamente, son realmente miserables. Sin un Maestro iluminado, ellos nunca podrían salir de esa dimensión.

Lo mismo ocurre en el caso del suicidio. Los perplejos y agonizantes sentimientos que tiene una persona en el momento del suicidio, permanecen después que la persona está muerta. La muerte no puede liberar del sufrimiento, ¡nunca! Es tal como si falláramos en aprender bien durante nuestra juventud, no podríamos volvernos una persona instruida cuando viejos. Así que, la atmósfera de la guerra es la más terrible. Muchos fantasmas no pueden salir de su dimensión. Si después de un largo tiempo, estas almas se las arreglan para salir de esa dimensión y renacer como humanos, muy a menudo aún son propensos a vivir ese tipo de vida, batallando y llenos de ira. Este mundo causa gran daño a las personas. Así que, la mayoría de los practicantes espirituales están en contra de la guerra, pero no pueden expresarse abiertamente. Si continuaran protestando, se convertirían en revolucionarios, y eso podría llevar a malentendidos o a ser identificados erróneamente como motivados políticamente. Sin embargo, ellos están en contra de la guerra en sus corazones, porque es malo para la gente. Es mala cualquiera que sea la excusa. Es malo para la gente; ni siquiera pueden morir en paz.