Recopilado del Supreme Master Television, Episodio 239
Un día de diciembre, Año Dorado 3 (2006), Danelle Ballengee, una corredora osada, dos veces campeona del mundo, salió a correr con su perro Taz en la región del desierto alto de Moab, Utah, EUA. Ella corrió a través de algún hielo negro, resbaló y cayó 20 metros abajo del sendero. Ella no podía moverse porque se había roto la pelvis cuando cayó. Las temperaturas bajaron a 6 grados bajo cero esa noche. Por suerte, Taz, una mezcla de pastor alemán que Danelle adoptó de una perrera, estaba con ella. Se acercó a ella para mantenerla calientita durante 2 noches y 3 días. Taz protegió fielmente a su amiga. El tercer día, Danelle empezó a perder mucha sangre y a perder la conciencia. Taz presintió que era urgente que ella obtuviera ayuda. Empezó a correr de la calle principal donde la camioneta de Danella estaba aparcada a abajo en el cañon. Repitió varios viajes el trayecto para regresar a revisar a Danelle. Por fin los equipos de rescate encontraron la camioneta y vieron a Taz. No estaban seguros si era su perro o no e intentaron atraparle. Pero Taz no les dejaría; solo les hacia seguirle hasta llegar al lugar donde Danelle estaba tumbada. Fue justo a tiempo que el equipo de rescate llegara, porque esa noche nevaba y Danelle probablemente no hubiera sobrevivido otra noche, debido a la lesión y las temperaturas frías extremas. Taz mostró compasión, lealtad y una inteligencia increíble durante el proceso de rescate, porque no recibió nunca ningún entrenamiento de rescate. Taz fue premiado como el 25º Perro Héroe Nacional, premiado por la Sociedad para la Prevención de Crueldad Animal - Los Angeles, para reconocer la fuerza del vínculo entre los humanos y los animales, así como lo dijo Danelle, "Es asombroso lo fieles que ellos son. Ya saben, es sorprendente que ellos realmente saben más de lo que nosotros pensamos que saben. Están dispuestos a entregar su vida para poder salvar la tuya. Después de que la Maestra leyó la historia, Ella estaba muy conmovida y decidió enviarle una placa al perro, dos abrigos de héroe, una cama, una manta, comida vegetariana y muchos juguetes, etc., y mandó que lo envolvieran todo para que el perro pudiera abrirlo solo. El amor y la ternura de la Maestra también conmovió nuestros corazones muchísimo."
|