Expuesto por la Maestra Suprema Ching Hai, Retiro Internacional de 5 Días, Hsihu,
Formosa, 22 de febrero de 2007 (Originalmente en inglés) Hace mucho, mucho tiempo en Escocia, había una oveja muy, muy hermosa que vivía en una campiña muy, muy hermosa. Además de decir "meee, meee", nunca hacía ruido, ni perturbaba, ni le hacía daño a nadie. Se ocupaba de sus propios asuntos, producía su lana a tiempo y sólo comía un poco de hierba en la pradera. Era una oveja totalmente satisfecha, maravillosa y pacífica. Un día, próximo a la Navidad, el esposo o supuesto "propietario" de la oveja, habló con su esposa y le dijo "Escucha, querida, se acerca la Navidad. Vamos a tener que matar a esa hermosa oveja nuestra para la cena de Nochebuena". ¡Vaya! La oveja lo oyó y casi le dio un ataque al corazón. "¡Oh! ¡Meee! Pobre de mí". ¿Qué podía hacer? Sólo era una oveja; no tenía dedos para coger ningún arma, aunque lo hubiese querido. Solamente tenía una mente muy simple y pura para pensar en nada más que en el hermoso prado, en el clima agradable, las lindas nubes blancas, los pastos verdes y el agua limpia. Eso era todo en lo que podía pensar, porque en el mundo de las ovejas no existe un vocabulario como "pelea", "guerra", "odio", "matanza" o "asesinato"; no hay nada semejante en el diccionario del mundo de las ovejas. Intentó pensar, pero no sabía qué hacer. Entonces, decidió escaparse. Nunca había estado lejos de las colinas y praderas cercanas. Nunca había estado en ningún lugar, pero tenía tanto miedo que debía correr por su vida. Entonces, continuó corriendo, corriendo y corriendo, hasta que ya no supo dónde estaba. Perdida, se quedó parada, preguntándose qué hacer después y adónde ir. De pronto, vio que detrás de una pequeña colina aparecían dos cuernos grandes y feroces que subían y subían, más y más alto. Y allí estaba, un gran búfalo, con grandes ojos negros, grandes cuernos y una boca grande, babeando mucho, ya que aún estaba rumiando su cena de la noche anterior mientras corría; ¡y estaba corriendo hacia la oveja! La oveja estaba un poco asustada, pero el búfalo le dijo "¡Oh! Muuu, no te haré daño. Muuu, no, no, no te haré daño. Muuu, no te muevas". Entonces la oveja no se movió y dijo "¿Qué estás haciendo aquí, hermano Buf?" El búfalo le dijo resoplando "¿Sabes qué? El granjero ha estado alimentándome todo este tiempo con buen pasto y buena agua para poder matarme hoy para Navidad. No sabía qué hacer, así que tuve que escaparme. He estado corriendo y corriendo, no sé hasta dónde, y estoy muy cansado. Espero que aquí esté a salvo. Muuu, muuu, muuu". Entonces, casi se desploma sobre sus pies y estuvo jadeando durante un buen rato. Entonces la oveja esperó hasta que se calmara, y le dijo "Hermano Buf, yo estoy en la misma situación, también escapé de mis cuidadores, porque ellos planeaban matarme para la cena de Nochebuena. Así que creo que deberíamos unirnos, tú y yo, e ir a encontrar algún lugar dónde quedarnos, y nos cuidaremos mutuamente. ¿Qué te parece?" Y el búfalo dijo "¡Sí! Muuu. ¡Buena idea! ¡Vamos!" Juntos se sentían mucho mejor y más seguros. Así que los dos amigos siguieron caminando tan lejos como era posible. No dormían ni se atrevían a tomar un descanso. No se quedaban mucho tiempo en el arroyo, ni comían demasiado pasto en el camino. Tan sólo tomaban un sándwich o algo rápido y bebían un poco de jugo a las apuradas.
La amabilidad compartida crea solidaridad Después de un rato, encontraron un pequeño ganso que venía corriendo, jadeando y jadeando, y decía "¡Cuac, cuac, cuac! ¡Oh, cuac, cuac, cuac!" Entonces se detuvo y casi cae muerto a sus pies. La oveja y el búfalo tuvieron que ir a buscar agua y le rociaron la cara y se despertó. Entonces, le dijeron "Hermano Ganso, ¿qué te sucede? ¿Estás en problemas?" "Sí, sí, cuac, estoy en problemas. Estoy en grandes, grandes aprietos. ¡Cuac, cuac, cuac!" (La Maestra y todos se ríen) "¿Cuál es el problema?" El ganso les dijo "Los que estaban alimentándome todo este tiempo, querían matarme para la cena de Nochebuena. Ya no sé ni dónde estoy ni qué hacer, estoy perdido. ¿Pueden ayudarme? Díganme qué debo hacer, ya que ustedes son más grandes. ¡Protéanme de esa gente!" Entonces el búfalo y la oveja le dijeron "No te preocupes, no te preocupes. Nosotros te cuidaremos. Te ves tan cansado; ¿por qué no vas al arroyo y bebes un poco y comes un poco de estas frutas que hemos traído del bosque cercano?" El búfalo dijo "Y después puedes ir sobre mi lomo y sostenerte de mis cuernos, yo te llevaré; como estás muy cansado, no debes ir tan lejos". El ganso estaba muy feliz. Sí, juntos somos algo o alguien. Así que bebió agua de manantial, comió algo de fruta y saltó sobre el lomo del búfalo. Entonces, juntos se pusieron en camino. ¿Y qué es lo que vieron después de un largo rato? Alguien más en pánico, ¡una gallina! "¡Poc, poc, poc, poc, poc!" Venía corriendo, jadeando, aleteando y chocó contra un árbol. Entonces le dijeron "¿Qué es lo que te pasa hermana Gallina? ¿Estás en problemas? ¿Necesitas ayuda?" "¡Oh, sí! Poc, poc, poc, poc... ¡Necesito mucha ayuda! Necesito que me ayuden, ¡de inmediato! Los que me alimentaban quieren comerme para la cena de Navidad; tengo que escapar para salvarme. ¡Ayuda! ¡Ayuda! Poc, poc, poc..." Entonces los tres, nuevamente, le dijeron "¡No te preocupes! Nosotros tres tenemos el mismo problema. ¿Por qué no te nos unes? Y si estás muy cansada, súbete al lomo de la oveja y entonces ambos los llevaremos lejos del peligro. Iremos juntos donde no haya seres humanos, donde no haya quien nos hiera, sino sólo paz y amor entre nosotros. Bien, ¡vamos!" Entonces los dos grandes animales llevaron a sus hermanos alados sobre sus lomos y se pusieron en camino. Después de un rato, vino otra criatura corriendo hacia ellos. Esta vez era un cerdo. "Oinc, oinc, ¡socorro!, ¡socorro!" El cerdo estaba corriendo y jadeando y se encontró con los cuatro. Y entonces contó la misma historia: "Estaba feliz comiendo la cena y por casualidad les oí decir a mis cuidadores que iban a matarme para Nochebuena, para celebrar el nacimiento de Jesucristo, el más compasivo. Me pregunto qué habrán aprendido del Maestro Jesucristo. Pero le están agradeciendo y quieren matarme para darle las gracias. Así que tuve que correr para salvar mi pellejo y ya no sé dónde voy. No sé cómo protegerme de estos seres humanos o dónde ir para estar lejos de ellos. Estoy en apuros. ¡Por favor ayúdenme! No he comido hace mucho tiempo y estoy muy exhausto, si sigo así, moriré". Entonces el búfalo se sintió muy apenado por el cerdo y le dijo "Oh, no te preocupes, hermano, nosotros también tenemos el mismo problema, pero tenemos una mejor solución. Estamos yendo juntos en manada para que nadie pueda atacarnos solos. Es mejor si nos unimos y permanecemos juntos, seremos poderosos y nos protegeremos mutuamente. Por favor acompáñanos. Aquí tienes, nos ha quedado algo de fruta y tenemos agua para ti. Por favor come y bebe, ponte fuerte y nos pondremos en camino". Entonces ¡voilá!, el cerdo se les unió. Después de un tiempo encontraron a otro. ¡Imagínense quién era! Un perro chino que también estaba corriendo y ladrando en el camino: "¡Guau, guau, guau!" Después de que también casi chocara con el búfalo, lo detuvieron y le preguntaron "¿Hacia dónde corres?" Y el perro les dijo "¡Oh, tengo que escapar de mis dueños, porque van a matarme!" Los otros animales le dijeron "¿Por qué van a matarte?" "Oh, ellos piensan que soy demasiado viejo y que ya no puedo trabajar, así que quieren matarme y de paso, se pueden comer mi carne para la cena de Navidad". ¡Oh, santo Dios, qué cena! Entonces la gallina dijo "¡Poc, poc, poc, poc! Eso no es bueno. Solamente únete a nosotros, ¿sí? Nosotros ya estamos escapando de los seres humanos y vamos a encontrar un lugar muy apacible y seguro para que todos nos establezcamos y formemos una comunidad animal. Así que, simplemente ven con nosotros. Somos fuertes, somos grandes y juntos somos aún más fuertes, no te preocupes. Ahora toma un poquito de comida que tenemos aquí para ti y algo de agua y ¡entonces estaremos bien!"
Los amigos encuentran un santuario juntos Estuvieron andando, andando, andando y entonces cuando llegaron a las afueras de un poblado, vieron una casa. Era una casa muy derruida, pero aún así era una casa. Todos se detuvieron y el perro dijo "Será mejor que primero nos escondamos para ver si hay alguien cerca, antes de seguir adelante". Y el ganso dijo "Bien, yo volaré a la cima de un árbol para ver qué sucede en esa casa, si hay algún ser humano o si sucede algo, y luego veremos qué hacer". Todos se retiraron al bosque y el ganso voló a la cima del árbol y observó. Primero observó a lo lejos y en las cercanías, pero no vio ninguna casa y ningún ser humano a la vista. Entonces observó la casa frente a él y oyó algo. Había ruidos de seres humanos dentro. Primero se estremeció un poquito, pero estaba muy arriba y escondido detrás del follaje, así que se sintió un tanto a salvo. Espió a través de una grieta en el techo roto y vio a seis ladrones ocupados dividiéndose el botín. Había mucho oro, plata, diamantes, rubíes, esmeraldas, todo tipo de piedras preciosas, utensilios preciosos y collares preciosos y perlas, tan valiosos como la fortuna de un rey. Entonces el ganso descendió volando para contarle a los demás. Les dijo "Debemos esperar hasta que oscurezca y entonces podremos entrar. Yo haré esto y ustedes harán aquello y entonces podrán hacer esto y aquello y así los espantaremos". De este modo, hicieron un plan. El búfalo se apostó cerca de la entrada de en frente. La oveja se quedó en la puerta de un costado y el perro en la puerta del otro costado. El ganso se instaló en la puerta trasera y la gallina al otro lado de esa puerta. Estaban todos unidos. De pronto, todos juntos, al mismo tiempo comenzaron a emitir ruidos diferentes y entonces sonó muy extraño. Los ladrones estaban tan concentrados en el dinero de sus robos que cuando de repente escucharon ese ruido tan terrible ¡salieron corriendo espantados!, y escaparon al bosque. Así que todos los animales entraron a la casa y dijeron "Eso estará bien, ésta será nuestra casa". Pero el perro dijo "¿Y qué si regresan?" El ganso le contestó "No te preocupes, tengo un plan". Entonces agitó sus alas para apagar todas las lámparas de aceite. Cuando todo se oscureció, dijo "Bien, hermano búfalo, tú haz guardia en la puerta del frente. Oveja, haz guardia en la puerta trasera. El perro estará en la puerta de la derecha y la gallina en la de la izquierda y el cerdo en medio, debajo de la mesa". Ahora bien, después de que los ladrones se fueron al bosque, no escucharon nada más. Nadie los perseguía y pensaron "Oh, quizá nos asustamos por nada. Regresemos a ver quién está allí". Entonces, lenta y silenciosamente, en secreto se acercaron de puntillas a la casa. Pero los animales ya tenían un plan; cuando el jefe de los ladrones entró, estaba todo oscuro. No escuchó nada, pero entró y de pronto el búfalo lo pateó en el trasero, de modo que fue de la puerta del frente a la de atrás. Y entonces, la oveja también usó su cabeza para empujar al ladrón en el estómago. Y luego, cuando corrió hacia la derecha, el perro también le dio un pequeño "regalo" con los dientes en la pierna. Y cuando corrió hacia la izquierda, la gallina lo picoteó, batiendo las alas muy ruidosamente. Los animales pateaban el suelo, ladrando y gritando, todo a un tiempo. El jefe estaba aterrorizado. Con todas sus fuerzas intentaba salir, pero cada vez que se topaba con otro animal, recibía otro "regalito". Finalmente, fueron arrinconándolo hacia la puerta del frente y huyó. Corrió de regreso al bosque y les dijo a sus subordinados que lo esperaban: "¡Oh! ¡Mejor escapemos! No sé qué es lo que hay allí dentro, pero la casa debe estar embrujada con muchos fantasmas y demonios. ¡Corramos rápido antes de que vengan y se lleven nuestras almas!" Entonces todos escaparon, mientras los animales se quedaron en la casa y se repartieron el tesoro entre ellos. Después de eso, cada uno construyó una casa grande y hermosa. Lentamente, también ellos se hicieron más y más prósperos y crearon una comunidad animal muy hermosa. Estaba junto a un arroyo, con mucha agua para todos y un bosque con suficiente sombra y reparo para protegerlos, y suficientes frutos y todo tipo de pastos y hierbas para que sobrevivieran. Y vivieron juntos y felices para siempre. (Aplausos) También otros animales se les unieron más tarde y su poblado se expandió. Se hizo más y más grande constantemente. Era tan grande, que incluso si un ser humano pasaba por el lugar por casualidad, salía corriendo. Ellos sabían que mejor no se metían con este poblado, porque ahora se había hecho muy fuerte.
Maestra: Amen a los animales Entonces, esa es la historia de los animales listos, hermosos e inocentes. Eso espero. (Aplausos) Todos esperamos que un día, los animales no tengan que escapar de nosotros, sino que puedan quedarse con nosotros como nuestros amigos domésticos: los perros, los gatos, las aves, los patos, las gallinas, los gansos y los cerdos. Esperamos que todo tipo de animales se sientan a salvo con nosotros y que sientan la amistad y el amor de los seres humanos y que nunca más tengan que escapar de esta forma. Supongan que ustedes son el cerdo, supongan que ustedes son el búfalo o que ustedes son los gansos, ¿cómo se sentirían? Nos sentiríamos así de indefensos, y ellos son realmente como seres humanos. Tienen un alma y tienen entendimiento. Entienden más que nosotros; entienden nuestro idioma y nosotros no entendemos el suyo. Entonces, ¿quién es más inteligente? ¡De verdad! Ustedes ya lo saben, si tienen perros, cerdos o gansos; inclusive ellos lo entienden.
|