Por el Grupo de Noticias de Brisbane, Australia (Originalmente en inglés)
La Gran Barrera de Arrecife de Australia, reconocida como Zona de Patrimonio Mundial en 1981 por su extraordinaria belleza natural y cualidades, se extiende por más de 2000 km a lo largo de la costa noreste del continente y abarca 35 millones de hectáreas; aproximadamente el tamaño de Italia. También es el ecosistema marino protegido más grande del mundo. Internacionalmente famosa por su tamaño, belleza y biodiversidad, la Gran Barrera de Arrecife está contenida dentro de una red de casi 3000 arrecifes, formados por más de 360 especies de coral duro. Hogar de miles de especies,los arrecifes proveen hábitats complejos que mantienen una gran variedad de flora y fauna asociada a los arrecifes. El impacto del cambio climático en los arrecifes de coral es una gran preocupación, tanto para las perspectivas australianas como internacionales. Dos de los principales organismos de investigación, protección y administración de los arrecifes - el Instituto Australiano de Ciencia Marina (AIMS) y la Autoridad del Parque Marino de la Gran Barrera de Arrecife - están implementando estrategias para enfrentar los efectos del calentamiento global. Sin embargo, se dieron cuenta de que si los temas clave no son abordados inmediatamente, las consecuencias para los arrecifes de coral de Australia podrían ser devastadoras, a pesar de sus esfuerzos de salvaguardarlos. Los datos documentados científicamente en todo el mundo, vinculan directamente la subida de las temperaturas del agua marina a la decoloración de los arrecifes de coral, conocida como "eventos de decoloración coralina". Aunque las redes de arrecifes bien administradas y protegidas pueden soportar gran parte de las presiones humanas locales, no están protegidos contra el calentamiento global o los cambios en la química del océano. A medida que las temperaturas globales continúan aumentando, la frecuencia de la decoloración también se incrementa. La Dra. Janice Lough, principal investigadora científica y líder del Equipo de Respuesta al Cambio Climático de AIMS, ha estado estudiando por varios años los impactos del cambio climático en los sistemas de arrecifes de coral. En una entrevista reciente, la Dra. Lough explicó cómo los corales forman relaciones de simbiosis especiales con las algas pequeñas, a partir de las cuales se crean esqueletos de carbonato de calcio en gran cantidad, formando la estructura primaria del arrecife. "Y en realidad son estas algas, los pigmentos fotosintéticos en estas pequeñas plantas, lo que le da a los corales sus colores." Sin embargo, los corales son muy sensibles y cuando están bajo presión, por ejemplo, mediante la subida de la temperatura de las aguas, expulsan a las algas y las capas de tejido se hacen transparentes, de modo que los corales pierden su hermosa coloración. Se hace referencia a esto como "decoloración", porque en lugar de los corales coloridos, todo lo que queda son esqueletos blancos. La Dra. Lough explica además que "Como consecuencia de la decoloración de los corales hay varios resultados. El coral podría recuperarse una vez que la presión ha desaparecido, podría morir parcialmente, o podría morir completamente." En años recientes, la Gran Barrera de Arrecife ha experimentado decoloraciones importantes. En 1998 y en 2002, aproximadamente 50% del arrecife fue afectado, y nuevamente en 2006 en la parte sur del arrecife. Afortunadamente, el arrecife es un sistema bien protegido, de modo que las oportunidades de que los corales se recuperen de la decoloración son muy altas. El Autoridad Marina de la Gran Barrera de Arrecife monitorea, controla y asegura el buen uso del arrecife. Sin embargo, con el fin de protegerlo de decoloraciones futuras, necesitamos reducir drásticamente nuestras emisiones de gas de invernadero para evitar que las temperaturas del agua sigan incrementándose. La Gran Barrera de Arrecife también está a merced de los cambios de la química del océano allí donde los océanos están haciéndose más ácidos debido a su absorción de dióxido de carbono atmosférico. Estos cambios también son perjudiciales para nuestros arrecifes de coral, ya que la acidificación del océano debilita sus estructuras, creando más problemas para el ecosistema del arrecife. Muchos organismos marinos usan iones de calcio y de carbonato del agua marina para producir carbonato de calcio, que es como los corales forman sus esqueletos. El incremento de dióxido de carbono en los océanos disminuye la disponibilidad de iones de carbonato, reduciendo así la habilidad de los organismos marinos de formar esqueletos y conchas, los cuales son la estructura primordial del arrecife de coral. Esta es una amenaza de seriedad, ya que las estructuras de arrecife más débiles implican un crecimiento más lento y una resistencia reducida a las fuerzas naturales de erosión, conduciendo a una recuperación más lenta del coral - si acaso se da - después de la decoloración. Permitir que la Gran Barrera de Arrecife se desintegre debido al cambio climático inducido por los humanos, sería una pérdida terrible, ya que el mundo estaría perdiendo algo increíblemente hermoso. En realidad, el arrecife de coral no es sólo unos cuantos corales, sino que está comprendido por una gran cantidad de otros organismos que dependen del coral, incluyendo los peces y tortugas y otra vida marina. Más aún, las zonas costeras como los manglares, pantanos, estuarios y lechos de algas marinas están íntimamente relacionados con el arrecife, ¡de modo que estaríamos perdiendo un ecosistema completo! Bajo los cambios climáticos globales de la actualidad, los arrecifes de coral podrían no desaparecer completamente. Sin embargo, su aspecto, estructura y carácter comunitario han sido cambiados drásticamente; así que, si continuamos permitiendo que nuestras emisiones de gas de invernadero aumenten sin conciencia, nosotros los humanos seremos la causa de la destrucción de una unidad ecológica tan asombrosa. Es por esto que son necesarias estrategias urgentes de mitigación del gas de invernadero, para evitar cualquier daño futuro y alteraciones en los arrecifes de coral. La Autoridad del Parque Marino de la Gran Barrera de Arrecife está incentivando al público en general a: plantar más árboles, usar energía sostenible, elegir productos ahorradores de energía, conducir menos, compartir el automóvil, usar el transporte público, caminar o ir en bicicleta, correr la voz y compensar o neutralizar nuestras emisiones de gas de invernadero en cualquier forma que podamos. Además de esto, adoptando una dieta vegetariana o vegana reduciremos considerablemente nuestras emisiones, ayudando a salvar uno de nuestros ecosistemas marinos más hermosos y únicos en el mundo, la Gran Barrera de Arrecife. Referencias:
|